“Vivir con ocho niños de la calle en el Congo me hace pensar que he tomado la mejor decisión de mi vida, ser escolapio.”
Javier Negro, Sch.P.

 

Del 19 de enero al 11 de febrero 2022. Se celebró en México, el Capítulo General número 48 de la Orden de las Escuelas Pías. La cita era en Casa Lago, la CEM (Conferencia Episcopal Mexicana) ubicada en Cuautitlán Izcalli.

No quiero dejar pasar sin compartir esta frase del P. Javier que encabeza este breve compartir. Solo un hombre seducido por Jesucristo y que ha sido guiado por su Espíritu puede decir esta clase de verdades. En distintas ocasiones se habló de la opción por los pobres en documentos, en aula capitular, en el trabajo en grupos, en las homilías, en los pasillos. Considero que es un tema nuclear en nuestra centralidad en Jesucristo. Me alegró que resonará esta idea en los plenarios. Sin embargo, creo que nos falta continuar con audacia en esta línea de futuro.
El Capítulo General ha sido una experiencia personalmente enriquecedora. Es todo un acontecimiento a nivel de Orden. Se han tomado decisiones significativas y trascendentes con el objetivo de mantenernos fieles a la misión de Calasanz.

 

Mi experiencia ha sido muy positiva y agradezco a los religiosos de la viceprovincia que hayan confiado para representarlos como vocal. Comparto algunos espacios que considero fundamentales.
Las eucaristías diarias fueron momentos significativos para agradecer a Dios lo que estaba aconteciendo. Hubo varios invitados a celebrar con nosotros. Cada mañana nos reuníamos para celebrar juntos la fe y la esperanza. Las homilías fueron cuidadas y muy bien preparadas por parte de los celebrantes. Realmente disfruté estas reflexiones. Las celebraciones litúrgicas fueron en los cuatro idiomas oficiales de la Orden: inglés, francés, italiano y español.
Los distintos trabajos en grupos fueron importantes para profundizar y organizar el contenido de los distintos documentos, así como el trabajo para la reflexión de las proposiciones y la elaboración de dictámenes. El dialogo entre los participantes era libre y respetuoso.

 

 

La reelección del P. General y de los asistentes fue un momento nuevo para mí. Me sorprendió la postulación. Me alegró el equipo de los asistentes generales.
Así mismo, me asombró el poco diálogo que se procuró en el aula capitular sobre las posibles opciones de candidatos para asumir el servicio de P. General. Personalmente, expresé en mi grupo de trabajo y con otros capitulares por qué se trataba este tema con tanto sigilo, si lo podríamos tratar como hermanos, como una familia normal. Obtuve poca respuesta de parte de los capitulares con más experiencia. Una vez que la Santa Sede aprobó la postulación del P. Pedro Aguado el aula capitular se llenó de aplausos y algarabía.
Las diversas participaciones en el aula capitular fueron enriquecedoras. Los tonos de la mayoría de las intervenciones eran de interés por los distintos temas que se trataban. Hubo algunas intervenciones que subieron de nivel, lo cual considero importante por la envergadura de los temas en cuestión. Uno de ellos ha sido el que se refería a nuestro ministerio.

 

 

Las comidas en los tres momentos durante el día siempre fueron agradables. Se aprovechaba para interactuar entre los comensales y compartir nuestro quehacer escolapio en las distintas demarcaciones. Me pareció importante compartir la mesa con los laicos que estaban colaborando en el tema de logística. La participación de los jóvenes y miembros de las fraternidades enfatizaron en interés de la Orden en incluirlos a ellos en las grandes decisiones de la Orden, pues es con ellos por y con quienes trabajos codo a codo. Su presencia ha sido bien recibida por el Capítulo General.

Las salidas culturas han sido encantadoras. Una oportunidad grande para conocer la Escuela Pía Mexicana, alumnos, maestros, fraternidades, instalaciones. Y también para sentir la acogida desde el corazón que como mexicanos siempre damos al que viene de fuera. Los actos culturales preciosos, los paseos por Puebla, Tlaxcala, CDMX un disfrute pleno.
El COVID 19 también se hizo presente en el capítulo. Para el primer día de capítulo había 10 religiosos contagiados, 4 en Casa Lago y 6 en sus países de origen. Aun así, el capítulo continuó. Afortunadamente todo se iba solucionando con el paso de los días. Había un equipo profesional de tres médicos que dio seguimiento tiempo completo.

Agradezco a toda la gente, que es mucha, que colaboró para que este evento fuera un espacio para ref lexionar, dialogar, orar, decidir, planear, en favor de las personas con las que trabajamos día a día. Es mucha y muy comprometida.

Gracias, muchas gracias.
Agradezco a Dios y a Calasanz.

P. Daniel Velázquez
Vocal de la Viceprovincia de las Californias